Pelluhue: Reconstrucción cultural

EN TERRENO: DESDE LA SÉPTIMA REGIÓN

Después de recoger los escombros, levantar el corazón. Empezar de cero requiere de una buena dosis de alegría y esperanza, pues así lo que construyamos tendrá el cálido perfume del cariño. Del dramatismo nacen flores, y por eso los artistas llegaron el fin de semana santo a Pelluhue: Pintores, escultores, actores, músicos, cantantes, escritores, poetas, paisajistas, profesores, periodistas, fotógrafos, artistas visuales y universitarios, todos a buscar flores en una hermosa caravana cultural “por amor a nuestro sur”.

Llevar cultura a la desolación es de por sí un significado profundo, inquieto, de regar la tierra esperando los brotes. El maremoto y su nuevo paisaje debe humanizarse cuanto antes, en todos los ámbitos. Así, mientras un grupo de pobladores del campamento “La Trilla – Peñalolén” aislaba las mediaguas con plásticos (pensando en las inminentes lluvias), los niños y sus padres, abuelos y amigos, encontraban en la pintura, la poesía, la música y los juegos una salida a la dura bruma de la catástrofe.

La participación fue alta: en total, pasaron por las actividades cerca de 100 niños y jóvenes. Un poeta vivió una situación divertida: un niño no entendió por qué llevaba un aro en la oreja. “¿Por qué usas cosas de niñas?” preguntó el pequeño. “Ahora sabes que no son sólo de niñas”, respondió nuestro amigo. El niño no entendió. Lo miró extrañado e insistió. Y así estuvo un buen rato. La impresión de ver un alfiler de gancho cruzado en una oreja tatuada, un aro de pluma colgando en la otra oreja tatuada, es la misma del niño que toca una guitarra por primera vez, o que mezcla pintura con tierra y el resultado es maravilloso. “¿Se puede uno pintar el cuerpo tía?”, “Nos van a regalar juguetes también?” “¿Puedo pintar una lluvia?” “¿Usted es la tía calcetín?” “¿Esta pintura sale de la ropa?”

Los niños pintaron su lenguaje a 1 mes y medio de la catástrofe. Sorprendió el dibujo de dos casas a punto de ser tragadas por una ola gigante. El autor incluso agregó dato del tamaño: “10 metros”. En Pelluhue, azotado por dos olas gigantes de 20 y 30 metros, el paisaje espera ahora la creación de un memorial en la zona de Caleta Blanca, próxima a Mariscadero, antiguamente una tierna zona de casitas floreadas, húmeda de litoral sur; actualmente un enorme campo lunar donde vagabundean velas perdidas.

La caravana cultural se quedó en esta parte de Pelluhue. Justamente, las actividades finalizaron con el cierre perimetral del sitio donde se levantará la “mediagua de la cultura”, en Caleta Blanca, centro cultural que considera una biblioteca, un huerto y clases de bellas artes como inicio. “Es un punto neurálgico para nuestra caravana, pues desde aquí creceremos hacia todos lados”, dice la poeta Amanda Durán, una de las gestoras de la iniciativa junto a su madre, Tamara Durán (artista visual) y su hermana Taira (cantante, pintora).

La fuerza femenina encendió más que velas como acto inicial de esta “mediagua de la cultura”. Encendió el ánimo de colectivos literarios y editoriales independientes, que ya están trabajando juntos por la implementación de una biblioteca que no dependa de un estamento municipal o gubernamental. Encendió el apoyo y compromiso de participación de insignes escritores: Jodorowsky, Lemebel y Pía Barros, entre otros. Encendió la autogestión como bandera que también se articula a la hora de hablar de independencia alimentaria, por ejemplo.

Taira explica que “ya se trabaja en el tema de la autonomía de los alimentos, en el sentido de no depender más de los centros de poder, de gestionar nosotros mismos nuestra comida, y generar un intercambio justo entre comunidades”. Asimismo, se hizo un llamado de alerta por la situación de los pescadores artesanales, afectados por un doble maremoto: el terrícola y el de la pesca de arrastre de los barcos industriales, los grandes ganadores con la actual Ley de Pesca.

“Podríamos hacer una feria de soberanía alimentaria, con talleres de creación de hornos solares, de huertos, hablar de otro tipo de pesca”. Las ideas ya miran hacia Pelluhue y la poeta Amanda Durán agrega que “quizás, aquí está la futura comunidad ecológica del sur de Chile, el pulmón que tanto necesitamos”.

La frase toma sentido si pensamos que nos encontramos en medio de una zona arrasada por el arrastre y el negocio (contaminación ambiental de por medio) de las empresas celulosas, propiedad de los magnates más magnates de Chile y Latinoamérica. Pelluhue, no obstante, sigue manteniendo una hermosa lejanía, protegida por la reserva y parque nacional Los Ruiles, que la convierte en una de esas provincias donde aún no aterriza el avión del nuevo orden capital.

Después de recoger los escombros, levantar el corazón. Generar cultura, iniciativas, proyectos, vecinos integrados y protagonistas de la caravana. Los artistas, llegaron y se fueron motivados por volver con sus trabajos a Pelluhue. Los pintores de la APECH generaron varias obras que serán subastadas en beneficio de las comunidades afectadas. La rueda empezó a girar y los kilómetros, peajes y voluntades nos llevan a Pelluhue, nos llevan a pensar un nuevo sur para nuestras vidas, con más colores que antes.

Por Absalón Opazo Moreno

Participaron en la Caravana Cultural “Todos (S) por Pelluhue – Por Amor a Nuestro Sur”: Revista Virtual AsadodeCostilla, Asociación de Pintores y Escultores de Chile APECH, Descentralización Poética, Periódico El Ciudadano, Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso, Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Federación Nacional de Buses, Comunidad Chilena en Finlandia, y empresas Buses Salón Villa Prat.

Publicado el Sábado 10 Abril 2010 a las 2:42 pm en la categoría Cultura, Portada.