Charla con Chinoy

ACORDES VITALES

Esta conversación con el carismático cantautor sanantonino, a sólo unos días de viajar a España junto a un puñado de notables artistas, tuvo el reconocimiento de su mediático éxito, coronado por su tenacidad y talento, en la maravillosa irrupción de dos niños, vecinos del cerro Delicias, que se dieron el tiempo de esperarle, papel y lápiz en mano, para fotografiarse y pedirle un autógrafo que, con sorpresa y humildad, Chinoy gustoso les dio.

1)

Carlos: Yo quería preguntarte si existe un antecedente literario en lo que haces, quiero decir, ¿empezaste a tocar primero la guitarra o ya escribías?

Chinoy: Mi contacto con la literatura es a través de la Biblia, con esa historia donde hasta el rey David hacía lo que quería… (Risas).

Carlos: Ese era el contacto…

Chinoy: Bueno, la literatura vino a la par con la música, al unísono. Aprendí  como a los ocho o nueve años a tocar la guitarra…

Carlos: Pero el antecedente literario no era exclusivamente el de la Biblia…

Chinoy: No, tenía libros de cuentos en la casa, unas ediciones contadas, las historias quiero decir, tridimensionalmente. Muy antiguas la verdad… (Risas).

Carlos: ¿Sea abrían, como troquelados?

Chinoy: No, en tercera dimensión. Con profundidad. No sé cómo lo habrán hecho, pero no debe de haber sido muy difícil…

Carlos: No, me imagino que no…

Chinoy: Uno se metía en esas historias… Cuando uno es chico se tiene los ojos más grandes…

Carlos: Estás más atento, quizás… Yo siento que en tus canciones existe una humanidad que, probablemente, es propia de tu esencia y que logras transmitir de manera clara… diáfana.

Chinoy: Sí, ese es el olor de lo que se está cocinando… La idea central de esto es que las cosas llegan sencillamente, es como un golpe, no sé. Uno rescata, o alcanza a rescatar algo que no existía. Se comienza a hilar algo en uno, en ese minuto, en ese transcurso de tiempo, una energía que está creando en uno…

Carlos: ¿Planteaste esto, entonces, como una propuesta estética?

Chinoy: Mira, Herman Hesse decía: la facultad más importante es el olvido.

Carlos: Así que no te acuerdas de nada… no había propuesta estética…

Chinoy: Sí, hay una propuesta estética, pero dada por lo que uno ha realizado…

Carlos: Con una perspectiva…

Chinoy: Con una perspectiva de apropiárselo, de quedárselo para siempre. Entonces deberíamos bajar el telón, si nosotros hablamos acerca de algo debería no ser referente al sujeto, dejar al sujeto fuera y que los temas estén diseminados, para ir a buscarlos, porque uno dice “voy a ir a buscarme adentro” y uno está aquí…

Carlos: ¿Esto tiene que ver con la supresión del ego?

Chinoy: Uno debiese domarse más, un poquito más…si uno lo logra se produce una especie de goce.

Carlos: En esa transmisión de tocar y cantar, en el acto de pararse arriba de un escenario, existe una, comillas, creencia en lo uno puede llegar a realizar…

Chinoy: Claro, pero esa propuesta está basada en el esfuerzo. Cuando uno toca siente agradecimiento, nada más. La base del trabajo es olvidarlo inmediatamente; se hace y se olvida.

Carlos: Pero, a ver, al tener un público, personas que hacen propio un discurso que tú planteaste…

Chinoy: Yo he planteado algo que he escuchado de la gente… y lo he hecho, quizás, mejor que otros locos, pero todo lo he aprendido… Se trata de que cada palabra tenga un núcleo de sentimiento. Es como una bombita de agua… (Risas).

Carlos: Lo digo por que cuando uno escribe un verso, o en tu caso una canción, te das cuenta de que hay algo ahí que, inevitablemente, pasa a ser de dominio público. Hay otros que tienen otra forma de percibirlo…

Chinoy: Yo me hago cargo de la energía que puedo brindar… hay detrás de todo esto un tratar de penetrar el sentimiento…

Carlos: Y en ese sentido las letras…

Chinoy: Ayudan, pero lo que logra desarrollar todo esto es la energía que uno trata de entregar, esa es la clave. Cuando uno hace una canción estas pequeñas cosas que son, cómo se dice, lo que tú me estabas hablando…

Carlos: ¿Astros?

Chinoy: No, me estabas hablando algo ahora recién…

Carlos: Te estaba diciendo que cómo era lo que pasaba con la energía que tú recibías por parte de los demás. Por que eres tú el que la genera subiéndote a un escenario…

Chinoy: Ah, es que me fui en una volá súper profunda… (Risas).

Waldo: Lo que estabas diciendo era que en el sentimiento de otros no se logra entrar.

Chinoy: Es que la energía es más fuerte que estas cosas que significan algo…

Carlos: Que son periféricas…

Chinoy: Claro, palabras y todo eso. Entonces tienes que partir de la base de una energía pura…

Waldo: Entonces cuando tú tocas, ¿sientes como orgasmos?

Carlos: ¿Un éxtasis…?

Chinoy: No, a veces se siente emoción. Como que uno está lleno de luz…

Waldo: ¿Sí?

Chinoy: Como una energía dorada…

Carlos: ¿Como una energía dorada?

Chinoy: Como una chispa dorada de la naturaleza… (Risas).

Waldo: ¿No sientes el cuerpo, sólo la energía? Quiero decir, cuando estás ensimismado…

Chinoy: (risas).

Carlos: Quiere que te sientas como Santa Teresita… (Risas).

Waldo: Es que yo te he visto como en un trance…

Chinoy: Es la telepatía… uno está entendiendo los sentimientos: tú tocas con esa cosa propia, que no es tuya…

Carlos: Oye, voy a buscar el boldo abajo…

Chinoy: Ya, anda a buscar el boldo…

2)

Carlos: Se ha visto interrumpida, gratamente, nuestra charla…

Chinoy: ¿Y qué querís que haga? (Risas).

Waldo: Pero eso, por ejemplo, es bacán que lleguen unos niños…

Carlos: Claro, que te vieron y se dieron el tiempo de esperarte, ¿cómo sientes eso?

Chinoy: Es bonito…, creo que todas las personas conocen el merecimiento y eso tiene que ver con tener suficiente…, entonces, pulento nomás… (Risas).

Carlos: Pulento nomás, sí…

Chinoy: Van a parecer haikus mis respuestas… (Risas).

Waldo: Pero cuando haces canciones como que le chupas algo a una persona…

Carlos: La preguntita, ¿adónde quieres llegar, Waldo?

Waldo: No, a ver, a veces haces historias y en otras es más sentimiento. Creo que armas personajes, que no eres sólo una persona, ¿es así eso?

Chinoy: Yo te diría que hago las canciones pensando en la gente, en algunas personas…

Carlos: ¿Personas de tu entorno o personas anónimas?

Chinoy: De mi entorno y fuera de él… No voy a entrar en un asunto muy complicado, porque empiezo a pelar el cable… (Risas).

Carlos: Pero ese relato que realizas y el correlato del que habla Waldo obedece no a la identidad de otra persona…

Waldo: Lo digo porque el resultado de las canciones es que la gente se identifica, hay un relato social que sí te identifica…

Chinoy: Yo te diría que acerca de esto existe una tradición. Una tradición de los que se dan cuenta, de alguna manera. Lo que yo hago no es una cosa aislada y hay un montón de otros grupos que están haciéndolo…

Carlos: Eres parte de un entramado…

Chinoy: Uno no puede decir que lo que uno hace es de uno, porque es un trabajo artístico y humilde. Uno engancha cosas del resto, porque uno es los demás…

Carlos: ¿Te sientes parte de un todo?

Chinoy: No importa lo que uno piense, sino lo que uno intenta transmitir. Transmitir lo que se vive, eso es lo difícil de este asunto…

Carlos: Como una experiencia de lo cotidiano…

Chinoy: Sí, porque lo que yo hago, lo hago de vez en cuando… Uno le dedica tiempo a vivir una vida… Lo que se resuelve ahí, en un momento…

Waldo: La vida misma…

Chinoy: Claro, y bajo esa perspectiva uno va experimentando de distintas maneras. La cosa de abrirse al todo, es obviar los obstáculos… He tenido la suerte de vivir así…

Carlos: Y de hacer lo que quieres…

Chinoy: Claro…

http://www.cavila.cl/2010/05/11/chinoy-en-bogota

Aquí pueden encontrar un video de Chinoy en su paseo por Bogotá.

Por Waldo Burgos y Carlos Peirano

Publicado el Lunes 10 Mayo 2010 a las 10:15 pm en la categoría Entrevistas, Portada.