La pobreza en carne y hueso

LITERATURA

Armando Méndez Carrasco, autor de “Mundo Herido”, fue una excentricidad en el panorama literario nacional; sus novelas fueron calificadas como pornográficas y rechazadas por la crítica de su época

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La obra de Armando Méndez Carrasco es poco conocida en el medio nacional, a pesar de que en los últimos años ha habido una intensa recuperación de ciertos escritores considerados al margen del canon oficial. Ha sido el caso del mismo Méndez Carrasco, Luis Cornejo, Alfredo Gómez Morel y Enrique Araya (recientemente una universidad privada de Santiago inauguró con su nombre una “biblioteca del humor”). Como ejemplo de este olvido se puede decir que en el autodenominado portal de la cultura de Chile: “Memoria Chilena”, el nombre del autor de “Chicago Chico” no aparece registrado entre los escritores chilenos.

Méndez Carrasco fue una excentricidad dentro del panorama literario de su época. Nacido en Santiago en 1915 y fallecido en California, Estados Unidos, en 1983, fue un prolífico autor de novelas, autoeditadas, y de un diccionario de la Coa, que contiene uno de los mayores registros del habla del hampa criollo. Basta una pequeña muestra para dar cuenta de su particular visión del trabajo lexicográfico, la definición de partuseo: sustantivo, juerga nocturna sin límites. Ejemplo: En el último partuseo de la Calzón Caído había granado mundo del hampa: el Aserrín, la Morisqueta, la Poca Teta, el Cabeza de Ajo, la Peinetera… Y a la hora de identificar sus fuentes, el autor señala que son personas de carne y hueso como el Bacalao, la María Económica, la Teta de Hormiga, Zapatita Farfán, etc.

MUNDO HERIDO

Las novelas de Méndez Carrasco fueron calificadas como pornográficas y rechazadas por una crítica aséptica y elitista. Como consecuencia de ese ninguneo academicista, las editoriales le dieron un portazo en las narices. Sin embargo, nuestro autor en vez de encerrarse a llorar las penas, creó su propia editorial que bautizó con el nombre de uno de sus personajes: Juan Firula. De esta manera, Armando Méndez Carrasco pudo editar los libros de cuentos Juan Firula (1948), El carretón de la viuda (1951), La mala intención (1958), Dos cuentos de jazz (1963); las novelas Mundo Herido (1955), Chicago Chico (1962), ¡Ordene, mi Teniente! (1965), Crónicas de Juan Firula (1965), Cachetón Pelota (1967) y La Mierda (1970).

Si bien su primera novela, “Mundo Herido”, responde a la estética de la novela social realista, su obra posterior marcará una originalidad creativa e intensidad escritural que ya la quisieran algunos de esos imberbes escritores, autoproclamados malditos, que pululan en estos tiempos. Y al leer a Méndez Carrasco uno se podría preguntar para qué tanto Bukowski, Burroughs o Kerouac, si tenemos a Méndez Carrasco, a Alfredo Gómez Morel, con su obra “El Río”, o a Pablo García con “La noche devora al vagabundo”. Triste afán ese de mirar hacia fuera, sin saber, o querer saber, lo que tenemos aquí, a la vuelta de la esquina.

SUEÑOS Y MISERIAS

“Mundo Herido” está ambientada en Valparaíso (de hecho el autor dedica su novela a esa ciudad, que la describe como una tierra de sueños y miserias) y narra las andanzas de dos pelusas en los cerros y el plan porteños, describiendo sus aventuras y caídas a manos de la crueldad de los adultos.

Se puede decir que “Mundo Herido”, sin ninguna intención moralizante, es una novela de aprendizaje, de la pérdida de la inocencia en medio de un panorama hostil producto de la pobreza endémica de los cerros. Un panorama nada alejado de lo que actualmente se vive en la parte alta del puerto, porque basta con darse una vuelta por Montedónico o Puertas Negras para descubrir que, a pesar de tanto mall y tarjetas de crédito, la pobreza sigue estando en el mismo lugar y en las mismas condiciones de hace cuarenta años.

La pobreza que retrata Méndez Carrasco en “Mundo Herido”, y en su obra posterior, no es esa pobreza maniquea que ubica al pobre como un tipo bondadoso e ingenuo. En su obra aparece una pobreza cruda y violenta, de alcoholismo, prostitución y delincuencia; un mundo regido además por sus propias pautas éticas y afectivas. Pese a esa realidad, los personajes no son buenos ni malos, existen simplemente en un aquí y un ahora, arrojados muchas veces al placer dionisiaco de la vida.

Es curiosa la aceptación oficial que han tenido escritores como Manuel Rojas, Carlos Droguett o Francisco Coloane, y el olvido al cual han sido relegados autores como Armando Méndez Carrasco. Tal vez sea porque nunca entendió que para ser reconocido en Chile hay que ser políticamente correcto.

Párrafo escogido:

“Recuerdo que ciertos hechos anticiparon en mí el nacimiento de una vida obscura y deslumbrante. Vivía en el cerro El Litre, en añosa casa que se empinaba como un milagro por los aires, ofreciendo su miserable fachada a las azulejas aguas de Valparaíso. Mucho frío había en el interior de este hogar, mas no podría decirse lo mismo del exterior: los ventanales lucían exóticos maceteros, flores llamativas y caprichosas enredaderas. Una mujer joven, de caderas macizas y de pechos redondos, consumía el día entre sus plantas; y la tristeza de sus ojos iba a perderse más allá de la lejanía oceánica. Era mi madre: algo mío y ajeno”. (Pág. 7)

Mundo Herido, Armando Méndez Carrasco. Ediciones Juan Firula, Santiago, 1971, 184 págs.

Por Marco Herrera Campos

17 Comentarios a “La pobreza en carne y hueso”

  1. carola Dice:

    donde puedo encontrar este libro< lo lei hace mucho tiempo atras, y quiero tenerlo.

  2. Marco Dice:

    Si tienes paciencia, lo puedes encontrar en la feria de la plaza O’Higgins.

  3. Stgo Dice:

    La feria de la plaza Ohiggins? Disculpa, pero (desde stgo) funciona sólo los fines de semana?. Buscando las obras de Cornejo o Méndez Carrasco, valdrá la pena ir a cachar…

  4. Karen Meliàn Dice:

    Necesito comprar el libro o descargarlo ‘Ordene, mi teniente’.
    Alguna sugerencia???.
    Gracias!

  5. marco Dice:

    Stgo. Pensé que eras porteño… como Cavila se hace en Valparaíso. En la plaza 0′Higgins, que funciona los fines de semana, he visto las obras de Cornejo y Méndez Carrasco, a un valor un poco alto, pero negociable. Vale la pena ir, además para que pasees por el puerto. En Santiago, en calle San Diego es probable que encuentres libros de ellos. Consulta en la librería de Paco Rivano, casi en la primera cuadra.
    saludos, Marco

  6. marco Dice:

    Karen
    No creo que puedas descargar el libro, parece que no está en la web, al menos yo no lo he encontrado. Pero en calle San Diego, Santiago, es posible o en la plaza 0′Higgins de Valpo.
    saludos
    Marco

  7. Karen Meliàn Dice:

    Gracias Marco!…

  8. mundo herido Dice:

    donde puedo conseguir la novela mundo herido plis!

  9. marcela Dice:

    quiero comprar la novela Mundo Herido ,donde lo puedo hacer y cuanto cuesta.

  10. marco Dice:

    Es una joya de libro y difícil de encontrar en librerías, salvo en las de libros usados. ¡Suerte. saludos!

  11. temulentia Dice:

    Dato fresco: en galería de libros de San Diego, antes de Tarapacá, vereda poniente. Está a 8 lucas… edicion de 1966 (la primera es de 1955, ésta yo la compré a 11000 en el Persa Bio Bio). ¿en qué local?, pregunta, debe ser el tercero o cuarto, desde la entrada, bajo el café con piernas (primer piso). Para reconocerlo, el local tiene muchas novelas y atiende un joven bien despistado.
    Saludos!

  12. marcela Dice:

    Gracias voy a san Diego, ojala lo encuentre quiero regalarmelo esta navidad

  13. Jaime Dice:

    Armando Mendez Carrasco, a quien, con mucha honra considero mi amigo, está siendo poco a poco rescatado por la juventud de hoy. Los jóvenes están entendiendo que el sub-mundo donde Juan Firula se movía, es un mundo real, pero que la aristocracia y la clase media ilustrada Chilena, esconde bajo la alfombra, porque “no le hace bien a la imágen” del pais. Bravo por ellos que se atreven a desempolvar libros tan buenos como “Chicago Chico” o “Cachetón Pelota”. Yo tengo algunos de sus libros dedicados de su puño y letra, y también, un recuerdo de su persona que es decididamente INOLVIDABLE.
    Jaime
    Los Angeles, California.
    (En esta ciudad lo acompañé en su ultima morada en 1983)

  14. Lore Dice:

    Propuesta: como es escaso y caro, deveríamos prestarnos entre nosotros alguno que queramos leer… yo tengo Cachetón Pelota, Mundo herido (que a propósito me parece excelente el reportaje)y Chicago chico.
    Me gustaría leer Ordene mi teniente o algo de Luis Cornejo (que no he leido)
    También tengo El Río (que es más encontrable), de Gomez Morel y algunas cosas de Rivano.

    Saludos,
    Lorena de Villa Alemana

  15. Esperanza Dice:

    Nadie es profeta en su tierra. Lamentable. Don Armando
    ejemplo de chileno, con su sensibilidad, traducida en
    palabras, ideas, sufrimientos de un mundo paralelo, oculto, en nuestra sociedad. De ese mundo que se recela y niega por otra parte insensible, de nuestras comunidades. Que no gusta. Debieran re-editar todas sus obras, para que las publicaciones lleguen a todos en el hoy. Una vez leídas, nos remecen y quedan en nuestro latente, por siempre. Cotejando y siendo críticos en el hoy, al establecer relaciones de los hechos del ayer y con respecto al presente. Las situaciones poco y nada han cambiado en casi todos los aspectos. Puede que más camufladas y en estilo cínico.
    Entenderlo así es asunto de sensibilidades insertas en nuestro ADN humano. No de rebeldías insulzas. Un mundo absurdo, poco entiende de esas cosas.

  16. Luis Cisternas Bravo Dice:

    Tengo casi todos los libros de Armando Méndez Carrasco. Perdí por prestarlo “Mundo Herido” y lo busco para intercambiarlo o fotocopiarlo.
    Puedo facilitarlos para sacar copia a cambio de encontrar Mundo Herido. ¿Razón? hace 45 años que paso por caleta Jaime día a día y Valparaíso es un constante recordar y mirar al futuro.
    Espero respuestas a mi correo:cenyimva@yahoo.com

  17. Edda Dice:

    Problemáticas y tiempo aprehendido por la eternidad.
    De esa parte contingente que a ciertos segmentos de la sociedad no gusta mostrar. De lo social al desnudo.
    Don Armando Mendez Carrasco, no fué un profeta en su tierra para los cínicos e insensibles de siempre, pero si reconocido por una parte importante, inteligente y amiga.
    Debieran reeditar todas sus obras.
    Junto a Olegario Lazo Baeza, son clásicos que marcan.
    A un niño, a un adolescente, a un ser humano de cualquier edad. Leí Chicago Chico a los siete años. Lo comprendí y no me choqueó. Solo aumentó mi comprensión del mundo y las problemáticas humanas. La incomprensión es parte de los prejuicios, que solo aumentan la ignorancia, bajo mantos de la morbosidad maldadosa.

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