Valparaíso limita con Chile
CRÓNICA
Hace un tiempo, una periodista argentina me entrevistó para un blog de viajes (www.viajeslibres.com) y me pidió que tratara de explicar las diferencias que existen entre Valparaíso y Viña del Mar. En su corta visita a la región, la periodista trasandina escuchó de los viñamarinos que el puerto era sucio, peligroso y estaba lleno de perros vagos y artistas (al parecer para nuestros vecinos no hay distinción entre un perro vago y un artista). Esta apreciación me quedó dando vueltas y traté de darle una respuesta.
Le dije que sí había muchas diferencias, que éstas saltaban a la vista y estaban enraizadas en lo más profundo del ser chilensis. Para mí, que soy un porteño advenedizo, la historia de Valparaíso ha tenido, y tiene, una profunda ligazón con la historia popular de este país, que se ha expresado en diversas luchas políticas y sociales, y sobre todo en el arte. Y, precisamente, es esa historia popular la que creo no acepta o no entiende el otro Chile. El Chile viñamarino. Ese Chile que quiere ser el Miami sudaca, con palmeras llenas de luces de neón y guardianes de la bahía en bicicleta. Ese Chile que no quiere saber que alguna vez fuimos pobres, pero educados. Ese Chile que vive preguntando por el origen de un apellido y donde lo que importa es si se estudió o no en un colegio de rancio abolengo. Pero creo que la gran diferencia entre el Chile porteño y el Chile viñamarino es que en el primero puedes conocer a la gente sin máscaras, porque no hay nada que ocultar, y en el otro, sólo puedes ver sonrisas acomodaticias, porque la imagen sin fondo da rédito. Por eso entiendo, mejor ahora, la opinión que tienen los viñamarinos de Valparaíso. Un prejuicio que da cuenta del profundo desprecio que tiene el otro Chile por todo lo que huela a popular, a identidad hecha a mazazos de terremotos, incendios y huelgas. Porque en el Chile viñamarino no hay basura, la escondieron bajo la alfombra para no mirarla a la cara. Porque en el Chile viñamarino no existen los perros vagos, los reventaron a todos bajo las ruedas de los 4 x 4. Porque en el Chile viñamarino no hay delincuentes, los rehabilitaron a todos rezándole a San Expedito. Porque en el Chile viñamarino no hay pobreza, la enchularon a fuerza de tarjetas de crédito y endeudamiento. Porque en el Chile viñamarino, basta con hacer trampa para ser una autoridad. Hay viñamarinos que nunca han ido a Valparaíso, o sea, no conocen el mar. Por eso le dije a la periodista argentina que Valparaíso limita con Chile. Con el Chile viñamarino.
Texto Marco Herrera
Fotografía Waldo Burgos
Mayo 18th, 2011 at 8:07 pm
este texto me parece bastante prescindible,
que antiguo eso de rayar canchas y distancias entre lo porteño y viñamarino.
y mas antiguo aún eso de que “lo popular” es popular porque es lindo, sucio, pintoresco, rancio?.
como me gustaria que mi valparaíso fuese tan limpio (calles) como viña.
espero no ser catalogado de
pituco, derechista, viñamarino.
valparaíso está lleno de perros, es sucio y hay delincuencia .. eso no precisamente algo de lo que se pueda estar orgulloso.
saludos CAVILA.
Mayo 18th, 2011 at 8:30 pm
ni tanto ni tan poco… el puerto se ha proletarizado con los años, que duda cabe, pero hasta apenas un par de años la discriminación entre los habitantes porteños era el símil de cualquier discriminación social, favor ver el filme del doctor de los pobres, Aldo Francia, “Ya no basta con rezar”… además Viña surge de las familias pudientes porteñas que buscando seguridad, despues de tanto terremoto y temporal con derrumbes, y se asientan en la muy soportable Viña del Mar… por otro lado, ensiuticar a los viñamarinos es una fea ofensa a los pobladores de los cerros, tan obreros y tan sufridos como cualquiera porteño… ahi están las poblaciones que crecieron al alero de la importante industria asentada en el Salto a modo de ejemplo… los puertos no tienen memoria, solo recuerdos que mutan en cada conversación y ahi está la gran diferencia entre Viña y Valparaíso, la primera quiere reflejarse en su pasado ilustre, y nosotros, a mordiscos con la miseria, pendemos del murmullo del mar y de una que otra gatigaviota encima del techo..
Mayo 18th, 2011 at 9:11 pm
no entendio nada el tipo este, me carga viña no por lo cuico sino porque es gente que vive de la opulencia donde se esconde el opus dei, obvio que preferimos que los alcaldes rancios no nos roben y asi este puerto se limpiaria, pero en fin, aca se lucha, se marcha, aca esta el movimiento y alla los hombres grises fomes endeudados desclasados desconociendo el cerro, llenos de casino y mall. wacala eso es para mi como lo es para ti ver un pobre perro vago o una quebrada llena de basura, me da asco ese Chile inconciente. Limpio a fuerza de explotados.
Mayo 19th, 2011 at 1:07 pm
la versión de los chilenos de Viña, y de los propios viñamarino es culpa del festival de viña del mar y la Reginato y sus campañas para hacer creer que es una cuidad segura, limpia y con poder adquisitivo.
pero eso será el centro de viña, lleno de palmeras y su gran hotel casino Enjoy. Pero sólo falta darse una vuelta a la una de la mañana por Avenida Valparaiso o subir por Alessandri y llegar a la Gomez o a la pauperrima y desolada Achupallas, llena de mediaguas y casas calléndose de las quebradas…o Las Palmas y alrededores, donde transitar despues de la media noche es arriesgar tu vda. Está bien proponer y pensar en una cuidad libre de contaminación, delicuencia y desempleo, o de una tenencia responsable de animales, pero…es correcto barrer ese “polvo sucio” hacia los cerros? tapar la realidad? hacer creer que no nos importa que sólo los argentinos puedan disfrutar de unas vacaciones, del verano o de las mismas playas donde un vaso de jugo o botella de agua supera los $1.500.- o $500.- el baño?
Creo que la gran diferencia de Viña y Valparaiso es la ceguera de su cuidadania: El porteño sabe donde pisa y que su ciudad sí es cochina y sucia, sí hay delincuencia, sí hay perros vagos, sí estamos llenos de artistas…(muy buenos por sobre todo), en cambio el viñamarino se cree el cuento de que “viña del mar sale al mundo en alas del festival”
Mayo 19th, 2011 at 2:29 pm
qué fácil para los extranjeros o ‘advenedizos’ hablar de Valparaíso. qué mirada más sesgada.
Mayo 24th, 2011 at 10:49 am
simplemente Valparaíso, hay que imaginárselo como una dama que fue de clase alta, tuvo su momento en la alta sociedad pero ahora se encuentra viuda y sin dinero, solo quedan los vestigios de aquello que fue, pero llena de experiencia y conocimiento lo que atrae aún más. Viña del Mar, es la muchacha rica hoy, la que está disfrutando de todas sus ventajas, las cosas bonitas. Estas ciudades son completamente diferentes, pero personalmente prefiero la vieja con experiencia que la joven cuica.
Agosto 3rd, 2011 at 7:01 pm
El Valparaíso actual da pena. Está sucio descuidado y ha equivocado totalmente el rumbo. Se ha llenado de siúticos restoranes que se llenan de extranjeros que se maravillan con la mugre, con los grafitis, con la pobreza, con los gatos y con los perros…despues de un tiempo se van y chao Valparaíso. Es una ciudad para el turista, para vivirla de paso, pero no para vivirla para siempre. Yo nací en Valpo., estudié en el colegio alemán del cerro concepción, estuve un año en la escuela de arquitectura de la católica, en recreo, para finalmente titularme en la facultad de construcción de la U. Federico Santa María, un privilegio. Basta de disfrazar de “arte” la mugre, lo feo, lo añejo y decadente de valparaíso. No se como estará hoy esa escuela de arquitectura, pero en la época que yo estudié, 1963, nos vendieron la pomada de un valparaíso que había que defender a toda costa y poco menos que odiar viña del mar, no le han hecho un gran favor al puerto.