Curuguaty: Familiares de víctimas hablan y reclaman justicia
ENTREVISTA / PARAGUAY
En la mañana del pasado viernes 15 de junio un contingente de la Policía Nacional, junto con efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (GEO), y comandados por la fiscalía de la zona, procedieron a ejecutar una supuesta orden de desalojo de la finca propiedad de la firma Campos Morombí S.A., en Curuguaty, Departamento de Canindey. Como saldo, muerte de campesinos y policías, y hoy 11 presos llevan 23 días de huelga de hambre en la cárcel de Coronel Oviedo.
En reclamo de justicia, el pasado miércoles 17 de octubres llegan a la capital paraguaya, Cecilia Vera, Evangelina Paniagua, Maria Esther Medina, Jacinto Quintana y su hijo Fidel Quintana, todos ellos familiares de presos y prófugos de la masacre ocurrida el pasado 15 de junio en Curuguaty. Lo sucedido en Curuguaty fue posteriormente la principal base del libelo acusatorio contra el Presidente de la República, Fernando Lugo, quien fue destituido en un “juicio político” que se despachó el 22 de junio de 2012, como consecuencia de lo acaecido días antes en esa comunidad ubicada en el departamento de Canindeyu.
Con profunda tristeza y dolor los familiares accedieron a conversar con nosotros y contar la historia disfrazada por algunos medios y los propios investigadores encabezado por el Fiscal Jalil Rachit.
¿ Cómo se sienten, en la situación en que se encuentran?
Maria E: “abandonado a nuestra suerte, sin ningún tipo de apoyo de parte de las autoridades, con profunda tristeza…uno no se imagina lo que venimos sufriendo desde esa vez, la injusticia es muy grande”.
Cecilia Vera: “no entendemos porque los grandes medios de comunicación y la fiscalía se encargan de decir toda las mentiras del caso, y ocultan la verdad…esa verdad es que nuestros familiares han sido asesinados por “especialista en asesinar” pagado por alguien…esa verdad es que muchos familiares nuestros llevan 23 días de huelga de hambre en la cárcel de Coronel Oviedo, uno de ellos en estado de salud delicado…”
¿ Tienen contactos con esos familiares que se encuentran recluidos. Ellos que le dicen, que le cuenta del caso?
Jacinto Q: “mi hijo fue herido de una bala en el abdomen, aun así fue torturado por la policía…ahora se encuentra privado de su libertad…lleva 23 día con huelga de hambre, temo mucho que se muera…”.
En el relato del padre Jacinto, se puede escuchar un profundo dolor…dolor que no oculta, que se ve en esas lagrimas caer de los ojos…dolor de un padre que sabe que su hijo es inocente.
¿Qué saben de los que se encuentran escondidos en este momento, (prófugo) saben algo de ellos?
Evangelina P: “mi hija de 26 años es una de las prófuga, ella tiene 4 hijos menores, es madre soltera y fue censada para acceder a ese pedazo de tierra, precisamente por ese censo que se hizo ella hoy es imputada y buscada por la policía como una delincuente…ella es una madre soltera que solo buscaba una mejor condición de vida para sus hijos, esa mejor condición de vida podría darse con un pedazo de tierra. Desde que supo que era buscada por la policía y que pesaba por ella una imputación, abandono a sus hijos, y no tengo noticia de ella…lo único que me pidió fue que le cuide a mis 4 nietos, y que volvería a la casa cuando la justicia deje de tratarla de criminal, cuando la justicia lo devuelva su vida normal…cual es la de una madre…”
¿Que me pueden decir de las denuncias de torturas que sufren sus familiares recluidos actualmente en la cárcel?
María E: “los policía ese mismo día, (15 de junio) empezó a torturar a quienes se le cruzaba en frente…hay fotos que muestran esas torturas…y los que no cuentan nuestros familiares es realmente triste…los primeros días le pegaban por la cara, le daban patadas…le escupían y le llamaban asesino. Eso es muy triste para nosotros, yo que soy madre, siento ese dolor a carne propia. Y la fiscalía los trata de delincuente, sin ninguna prueba…”
Poco antes de que se produjera la matanza de Curuguaty, los campesinos de la zona llevaron a cabo una masiva manifestación contra la fiscalía, protestando contra la connivencia que había entre el Ministerio Público, concretamente la Fiscal Ninfa Aguilar en y los terratenientes de la zona, sobre todo en torno a la finca Marina Cué, continuadamente desalojada por la fiscalía alegando que era propiedad de Campos Morombí, sin atender nunca a los reclamos de unos campesinos que negaban la titularidad de Riquelme pero a los que la Fiscalía no escuchaba. De hecho, la Fiscalía no constataba la propiedad de la finca, y únicamente acataba los reclamos de la familia del fallecido Blan N. Riquelme.
¿Como fue esa entrega de los fallecidos, alguien me puede hablar del tema?
Evangelina P: “nunca voy a olvidar ese momento…(entre lagrimas..), en hule negro, sucio, llena de sangre…bajo lluvia nos tiran en la calle, y los policías con ametralladoras apuntándonos…nunca lo olvidaré…”
María E: “una señora que perdió a su marido e hijo, recibió los cuerpos en medio de una tormenta…en la calle como cuenta ña Evangelina, se veía una impotencia en esa pobre señora, que rodeados de sus hijos menores intentaban entender tal desgracia…”
¿Cómo reaccionaban los policía al ver a sus camaradas heridos?
Fidel Quintana: “A los compañeros campesinos que se encontraban escondidos dentro se les disparaba…a una señora de nombre Lucía Agüero, detenida, la Policía le arrebató a un niño de unos 6 años de sus brazos y se la llevó esposada hacia una patrullera…al pasar por el campamento vio cómo otro compañero campesino yacía en el suelo herido…mientras otro Policía gritaba a su compañero mátalo, mátalo…”
Resulta difícil identificar el momento exacto en que murieron cada uno de los campesinos. Los familiares relatan que unos cuatro campesinos cayeron durante la balacera de la negociación, todos ellos desarmados. El resto huyó desconcertado hacia dentro de la finca, procediendo a entregarse en cuanto la Policía dejó de disparar contra el campamento. Según relatan 5 a 7 campesinos pudieron morir por ejecuciones extrajudiciales una vez se habían entregado.
Al concluir la entrevista, cada uno se miran, uno sonríe, y otro no ocultan sus profunda tristeza. No es para menos…perdieron a familiares y otros se encuentran privado de su libertad culpa de los inoperantes y corruptos fiscales…la que llevo la imputación Ninfa Aguilar y el actual fiscal del caso Jalil Rachit, hijo del amigo personal del fallecido usurpador de tierra Blas N. Riquelme.
+ información en: CONAMURI, Coordinadora nacional de organizaciones mujeres trabajadoras rurales e indígenas en Paraguay http://conamuri.org.py/
