Audito, Audito

DIARIO DE MI VIDA

Evito las multitudes. No voy a conciertos, no voy al circo y evito, en general, todo tipo de lugares relativamente concurridos. No voy a fiestas familiares y no tengo recuerdo de haber ido a una fonda. Voy a la playa en temporada baja cuando ando en Viña. Evito la locomoción colectiva y camino como condenado. ¿A qué viene todo esto? Pues bien, no lo sé, pero puede que mi cháchara oscurantista funcione como preámbulo a lo que pretendo contaros. Vivo en San Pedro de la Paz desde agosto. Llevo una vida tranquila junto a mi querida. Trabajamos de lunes a viernes. No vamos al cine, no leemos los periódicos de circulación nacional y tenemos poco contacto con los artistas e intelectuales de la región del Bío-bío (lo que, por cierto, es un alivio). La cosa es que recién llegados a este páramo (ciudad dormitorio o como quieran llamarle) tuvimos ocasión de conocer a su alcalde. Un tipo que encajaba del todo con la idea que yo poseía de un alcalde de pueblo: un hombre de baja estatura, mal vestido, mal asesorado y montado en un gran vehículo fiscal. Nosotros, yo y mi querida, estábamos en una feria gastronómica. De pronto, de la nada, como suele suceder en estos casos, con una comitiva de dueñas de casa y encargados de cultura, se nos acerca el edil sureño. Alguien nos presenta. Yo hago una pregunta estúpida y el alcalde me queda mirando fijamente a los ojos. (Creo que pregunté si era de derecha no en muy buenos términos.) Y me da la mano. Una mano sudorosa, blandengue, pequeña. Las manos de un ladrón, podría pensarse. Pero no. Son las manos de un alcalde elegido soberanamente por la ciudadanía. ¿Quién soy yo para hacer cuestionamientos si vengo de Valparaíso, el municipio botín de la alianza y de la concertación? Entonces el alcalde se despide con un gesto que me descoloca. En realidad nos invita, a todos, con su mano alzada despidiéndonos, a ser sus colaboradores silentes. El hombre está en campaña. Audito Retamal va por la reelección. Mucha agua servida corre bajo el puente. Nosotros entremedio viajamos a Temuco y organizamos peleas de gallos a los pies del Ñielol.

AUDITOSS

Y así, sin más, un día cualquiera, algo que casi todos los chilenos sabíamos comenzó a gestarse en las calles: la propaganda, que no tiene, entre otras cosas, denominación de origen, se apoderó de cada rincón de la ciudad.

Nadie quema sus pertrechos con viejos slogan. Nadie está para reivindicar sus militancias. El tiempo no alcanza para dar explicaciones. Actuar es cosa de vida o muerte. Y Audito es independiente. Un eufemismo para no decir que es de derecha. Y él, mejor que nadie, sabe cómo enfrentar a sus adversarios. No repite la fórmula de los “tacos” como sus contrincantes. Bajo su administración se licitaron las antiguas dependencias de ESSBIO y de FEPASA para transformarlas en centros comerciales. Ahora, tras su victoria, queda sólo una duda rondándome: ¿Vamos a tener a Audito encima de estos mega proyectos que sólo generarán aún más congestión vehicular fiscalizando o haciendo del llamado progreso para los habitantes de San Pedro de la Paz una tumba para comunas como Lota y Coronel?

Por Carlos Peirano

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