Memorias del DPA, Capítulo I: El Abordaje
NOCTÁMBULO
Octava entrada: “Las desavenencias de Doce Perros Astutos; ulterior a la cadena de eventos acaecidos con la lectura de Distrofia Popular Aguda”.
-Gabriel Arancibia Opazo
Mis memorias del DPA son las memorias de Playa Ancha. “Las memorias apócrifas” podríamos decir (como las de Carlos Prats), de un lugar que no ha cambiado en casi 100 años. Variadas generaciones han disfrutado de sus pastos, canchas de tierra y piscina.
Incluso mis tíos, todos se criaron haciendo deporte en el DPA, mi madre gran nadadora en competencias nacionales, mi primo Pablo Opazo seleccionado nacional de wáter-polo, nuestro vecino Pancho Ojeda que cuando joven quiso impresionar a unas muchachas tirándose un piquero a la piscina y cayo afuera, que astuto.
Y este niño quiere ser escritor, de adonde, las national geographic tuvieron el efecto deseado en las alturas de Playa Ancha, Alcalde Barrios #191. Los domingo de ramos leyendo el mercurio y la tercera (sección deportes), Marcelo Salas mejor jugador de América año 1997, dale matador.
Para el mundial de Estados Unidos 1994, mi primo Gabriel me comento que había visto casi todos los partidos por televisión, en sus propias palabras; estoy idiotizado con futbol…Brasil campeón con Romario y Bebeto a la cabeza, goleadores de raza, patas benditas.
La narración debe ser continua, entremedio de los edificios se ve el mar del Pacífico, la chimenea humeante, la hora del té. Playa Caleta Abarca un abismo sin nombre, la memoria juega a las escondidas.
Las memorias del DPA (Distrofia Popular Aguda), un ejército de cascabeles invade la ciudad, Puerto?, o algo que cure esta enfermedad, el insomnio de los poetas, la veinteava residencia, el escenario perfecto para llevar a cabo la súper re estructuración de las mermeladas de frutilla que hace mi mami.
Por Felipe Ugalde
