La derrota final de Lagos
NOCTÁMBULO
El mar desciende de su coche
Un jour viendra est déjà venu
Y Yo no digo más ni primavera ni invierno
-Vicente Huidobro
Ricardo Lagos, el político. Ricardo Lagos Escobar, el ciudadano. Hijo ilustre de la transición y el binominal, con un fracaso ad portas.
La derrota final de Lagos. Un gesto obtuso y elocuente. Un político que no lee bien el presente, Lagos está ciego, no distingue entre la derecha y la izquierda, “miope” sería un halago, el partido socialista en crisis terminal, Allende ni siquiera tiene fuerzas para revolcarse en su tumba.
La derrota final de Lagos. Un espejismo que no se detiene en las falsas promesas. Un viaje por el desierto. Lagos no existe, es un espectro de los noventas, lagos yace quieto, con un pie en el abismo.
El partido socialista en fase post-mortem. Una promesa de algo que no fue. Cuarenta años de transición Pinochetista, un garrote, el territorio lo sabe, la Nueva Mayoría lo oculta.
Ricardo Lagos no es nuestro padre, menos el padre de Chile –que cree ser-, con suerte su estatus le da para padrastro delator, una especie de pesadilla concertacionista, en el exilio-retorno al poder y el ente perplejo, el estado de Chile duerme en los laureles.
La derrota final de Lagos. Baja su candidatura. Su soberbia no pudo esta vez. El pueblo de Chile esta lucido y no le perdona su gobierno pro-empresarios, pro-corrupción, pro-mop gate, pro efe. El pueblo de Chile le da un ultimátum. Lagos a regañadientes lo acepta, la derrota es inminente.
La derrota final de Lagos es el primer gran triunfo del pueblo de Chile luego de largo tiempo.
La derrota final de Lagos es la derrota también de Aylwin, Frei, Piñera y Bachelet. Comencemos a mirar -aunque sea de reojo- las “Grandes Alamedas”. Celebremos.
Por Felipe Ugalde