Kütralcura: El primer geoparque mundial chileno reconocido por Unesco
NATURALEZA
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) designó ocho nuevos geoparques mundiales, entre los que se encuentra Kütralcura, ubicado en la Región de La Araucanía, el cual se convierte así en el primer sitio chileno en integrarse a la red de geoparques que auspicia el organismo y que cuenta con 147 unidades en el mundo, diseminadas en 41 países.
El Geoparque Kütralcura se localiza en la zona andina de La Araucanía y cubre una superficie de 8.100 kilómetros cuadrados, lo que representa un 25,45 por ciento de la superficie regional. Lo componen las comunas de Lonquimay, Curacautín, Vilcún y Melipeuco, lo que suma un total de 53.434 habitantes, concentrados principalmente en nueve centros poblados: Melipeuco, Lonquimay, Curacautín, Rarirruca, Manzanar, Malacahuello, Cherquenco, Vilcún y Cajón.
El límite oriental del Geoparque Kütralcura coincide con la frontera con Argentina, hacia el norte limita con la Región del Biobio, y hacia el oeste y el sur, con las comunas anteriormente mencionadas.
Al respecto, el director regional del Servicio de Turismo en La Araucanía, José Miguel Sánchez, destacó que “la decisión de Unesco es un hito que nos pone muy contentos, estamos hablando de un territorio que tiene más de 200 millones de años de historia geológica y que conjuga lo ancestral de sus parajes con nuestros pueblos originarios, con la cultura ancestral que es lo que tenemos que potenciar y preservar”.
En tanto, la Unesco declaró en un comunicado que el ahora Geoparque Mundial de la Unesco de Kütralkura –que en mapudungun significa “Piedra de Fuego”– se caracteriza por poseer uno de los vulcanismos más activos del mundo. Asimismo, el geoparque abarca los territorios de asentamientos establecidos hace unos 2.000 años por poblaciones indígenas.
También, la mayoría de las cumbres emblemáticas del sitio son volcanes en actividad, tales como el Llaima, Lonquimay, Tolhuaca y los Nevados de Sollipulli, a los que cabe añadir el de Sierra Nevada, actualmente extinto.
Foto: Sernageomin
